Tras una semana ensayando con el pincel y la pastilla de color, debo declararlo a los cuatro vientos: ¡Amo el
cakeliner de Kryolan! Desde el primer momento, la primera "rayita" que tracé en su superficie supe que estaba hecho para mis ojos.
Vale la pena gastarse tres veces más que en el producto de Catrice: aunque pagué aproximadamente doce euros en Herbu frente a los aproximadamente cuatro que me pidieron en Beautik , ¡resulta treinta veces mejor!
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Cake liner de Kryolan +pincel biselado de Martora |
También es que le he encontrado una buena pareja de baile espectacular: el pincelito biselado de Martora es fabuloso. Es recio pero flexible, bien cortado y preciso... incluso en mi pulso, que es bastante temblón. No me he atrevido a introducirlo en la línea de agua, pero a ras de pestañas superiores, reina.
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Cake liner de Kryolan |
El delineador en
cake es una pastilla de color, (en mi caso, marrón, pero ya me haré con el negro), que parece mate y seca como ninguna y que no va a pigmentar nada..., cuando de repentehumedeces el pincel, retiras el exceso de agua en la tapa, y surge la magia.
Es facilísimo "hacerse la raya" con este formato: lo que pierdes en rapidez lo ganas en comodidad. Pero lo que de verdad enamora del delineador de Kryolan es, por un lado, la duración que es buenísima, y por otra parte, el color tan sublime que regala al párpado: tanto, que no necesito otra cosa que una pasada de rímel para vestir mis ojos cada día.
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Así queda en los párpados |
El
cakeliner marrón de Kryolan posee un embrujador tono topo que deja un halo de misterio maravilloso, emulando así mi tan buscado efecto "Mirada Laura Ponte". Pido disculpas por mis cejas asilvestradas, me las hicieron en Yves Rocher pero hace ya dos semanitas, voy a pedirle a mi madre que las limpie un poco más.
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... Cuatro horas después |
Cuatro horas más tarde, el delineado permanece intacto, aportando su hechizo y duende a un look que sólo necesita completarse con el colorete Luster de Nars y con el labial Organza de L'Oreal París... ¡Cara de vacaciones!