Cuando los universos Blogger y Youtube se inundaron de reseñas sobre un apetecible kit de tres mini esponjitas de Primark, -al estilo Beauty blender y sobre todo libres de látex-, supe que las quería.
Con esa mínima excusa volví a quedar con Myriam de Beautik..., y pasamos una tarde muy gamberra en Primark: en esta visita no encontramos las esponjas pero a esas alturas, ¿qué más daba?
Me había fijado un presupuesto de veinte euros, siempre que voy a Primark lo hago porque en este tipo de tiendas "baratas" te sueles emocionar y al final piensas... caray, que me he dejado mis ahorros del mes en tonterías, yo que llevo tanto tiempo reprimiendo la tentación de comprar un Múltiple de Nars..., me lo habría podido comprar en esta sublime tarde de chicas, y en cambio por el mismo precio tengo una camisa que desteñirá en un par de lavados, un set de brochas que pueden ser muy cuquis o muy horteras, una paleta de sombras de ojos tizosas seguramente y..."
Bettie, una bloguera que echo de menos, le llamaba "el efecto mercadillo", y siempre nos acecha pero esta vez yo sabía a lo que iba: quería una mochila, unas esponjitas y gastar no más de cinco euros en una vela o similar.
Las mochilas a modo de bolso me han gustado desde la adolescencia y ahora ¡están de moda! No suele ocurrir que algo que siempre te entusiasmó de repente se convierta en fiebre, ¿verdad? ¡Hay que aprovecharlo, "carpe mochilam"!
Yo tengo una preciosa mochila dorada de Top Queens del año pasado pero se me ha descosido por la parte de la cremallera, y aunque estoy buscando un arreglo, quería diversificar 😂. No sé si visteis los vlogmas que subí a mi canal en Navidades, pero en uno de ellos me enamoré perdidamente de esta mochila y me dije, en un momento de lucidez y contención: si el karma (o para mí la Divina Providencia) quiere que lo tenga, ya lo encontraré en el local de Berceo en Logroño".
Y allí estaba, radiante, para mí. Me costó doce euros.está realizada por completo en Poliéster, y dice claramente "fabricado en China: lo recalco porque hubo una polémica sobre si esta cadena declaraba o no sus lugares de fabricación y hasta me afearon la conducta en comentarios por comprar allí, diciendo que me había vendido por un pijama como si A) fuese yo la única que compra en Primark B) Zara, Mango etc no siguiera las mismas políticas.
Perdonad el desahogo, no quiero lanzar mensajes negativos en este espacio (ni en ninguna parcela de mi vida), así que sigo con el haul, que como no encontré las esponjitas en esta primera tanda se compone sólo de la mochila y de un ambientador de vainilla y flores.
Permitidme que siga glosando la belleza de la mochila: desde que la compré hasta hoy no he utilizado otro bolso. Es que su color oro rosa me cautiva cada día más. Tiene una capacidad media y dos cremalleras, intento no cargarla demasiada porque se ve ligera pero he comprobado que es resistente (el poliéster resiste como una indestructible aldea gala).
Respecto al ambientador, os cuento primerísimas impresiones (más bien primera reacción) en mi nuevo vídeo de YouTube:
Como veis, amor.
Ya lo he probado varias veces en las salitas donde damos clases online en la UNIR, y me fascina el olor, sensual pero limpio, me transmite tranquilidad y a la vez cierta idea paradisiaca: es uno de esos aromas que me recuerdan a las flores tropicales que olí en mi primer (y último, temo) viaje a Puerto Rico.
Myriam se llevó el otro ejemplar y dice que el olor no supera las dos horas, os lo aviso por si queréis algo duradero éste no es vuestro producto, pero si buscáis un confort puntual, para despejar durante una horita una sala en la que a lo mejor hubo un par de reuniones antes..., sí lo es.
El ambientador costaba cuatro euros, la mochila doce... así que respeté mi presupuesto incluso a la baja. Y ahora llega el segundo mini haul de Primark: el martes de Pascua, invadida aún por la murria post vacacional acudí en un momento y ya sola para ver si habían llegado las esponjas y para llevarme el jabón para las mismas que me había despertado curiosidad.
En esta ocasión se trataba de una excursión muy fugaz por lo que ni siquiera me puse presupuesto: sabía a lo que iba. Encontré las esponjitas y me llevé el jabón: aún es pronto para valoraciones mínimamente objetivas, sólo diré que ambos me gustan y... to be continued, siempre to be continued.
Con esa mínima excusa volví a quedar con Myriam de Beautik..., y pasamos una tarde muy gamberra en Primark: en esta visita no encontramos las esponjas pero a esas alturas, ¿qué más daba?
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Bettie, una bloguera que echo de menos, le llamaba "el efecto mercadillo", y siempre nos acecha pero esta vez yo sabía a lo que iba: quería una mochila, unas esponjitas y gastar no más de cinco euros en una vela o similar.
Yo tengo una preciosa mochila dorada de Top Queens del año pasado pero se me ha descosido por la parte de la cremallera, y aunque estoy buscando un arreglo, quería diversificar 😂. No sé si visteis los vlogmas que subí a mi canal en Navidades, pero en uno de ellos me enamoré perdidamente de esta mochila y me dije, en un momento de lucidez y contención: si el karma (o para mí la Divina Providencia) quiere que lo tenga, ya lo encontraré en el local de Berceo en Logroño".
Permitidme que siga glosando la belleza de la mochila: desde que la compré hasta hoy no he utilizado otro bolso. Es que su color oro rosa me cautiva cada día más. Tiene una capacidad media y dos cremalleras, intento no cargarla demasiada porque se ve ligera pero he comprobado que es resistente (el poliéster resiste como una indestructible aldea gala).
Respecto al ambientador, os cuento primerísimas impresiones (más bien primera reacción) en mi nuevo vídeo de YouTube:
Como veis, amor.
Ya lo he probado varias veces en las salitas donde damos clases online en la UNIR, y me fascina el olor, sensual pero limpio, me transmite tranquilidad y a la vez cierta idea paradisiaca: es uno de esos aromas que me recuerdan a las flores tropicales que olí en mi primer (y último, temo) viaje a Puerto Rico.
Myriam se llevó el otro ejemplar y dice que el olor no supera las dos horas, os lo aviso por si queréis algo duradero éste no es vuestro producto, pero si buscáis un confort puntual, para despejar durante una horita una sala en la que a lo mejor hubo un par de reuniones antes..., sí lo es.
En esta ocasión se trataba de una excursión muy fugaz por lo que ni siquiera me puse presupuesto: sabía a lo que iba. Encontré las esponjitas y me llevé el jabón: aún es pronto para valoraciones mínimamente objetivas, sólo diré que ambos me gustan y... to be continued, siempre to be continued.