Primavera: cielos radiantes, azul soleado, rocío en las margaritas abiertas y..., ¡sí! ¡labios mojados como de charol! ¿Cuánto tiempo llevan nuestras bocas gobernadas bajo el férreo mate?
Hoy presento una novedad centelleante... y baratísima, por equilibrar un poco.
Los brillos de labios del momento, los jugosos, radiantes y duraderos brillos labiales de la colección Holo wow! de Essence no cuestan ni tres euros, 2,89 pagué yo en Primor por cada unidad. Y contienen polvo de hadas en una botellita, o al menos esa es la intención, tanto en los títulos como en las tonalidades.
Se declinan en colores de fantasía, blanco hada, verde sirena o azul unicornio, pero a pesar del precio de fábula decidí actuar con un poco de sensatez y llevarme los tonos que de veras iba a utilizar.
Que, por cierto, la dependienta me incitaba al consumismo al grito de "tenemos oferta de cuatro por tres en esta marca", pero a veces no es cuestión de ahorrar aprovechando gangas sino de ahorrar por medio de la no acumulación: sí, mi yo coleccionista, la niña que llevo dentro y que comparte la vena caprichosa con la blogger que soy los quiere todos, pero pudo la razón y estoy más que satisfecha con estos dos colores, uno más de diario y otro más especial.
Holo wow! es el nombre de toda una gama nueva de productos de Essence, lanzados en esta radiante primavera y con el resplandor holográfico como buque insignia. Sin embargo, el brillo labial llamado Butterfly flap, aún "asustando" en el tubo por sus preciosas declinaciones color fanta de naranja con millones de partículas en un tono fucsia, es un brillo que puedes llevar perfectamente a la oficina por su acabado translúcido.
Es transparente, acuático, jugoso..., pero juguetón, surcado por innumerables partículas de auténtico glitter que brillan cuando menos te lo esperas.
Scarab wings es un color muy, muy especial. El concepto sombra Club de Mac o Label whore de Too Faced aplicado a un gloss pero con un fulgor y una transparencia que lo hacen muy llevadero, un gloss mágico y lleno de destellos para triunfar por la noche, aunque yo también me he atrevido con él a diario acompañando a un efecto “no make up” en párpados.
Y por si nada de lo dicho hasta aquí fuera suficiente, si me preguntas ¿por qué me ha enamorado este producto?, diré... Es cómodo, duradero y nada pringoso..., ¡y huele a piña colada!