Supongo que os suena la canción, de lunes a viernes: llegar a la oficina a cara lavada porque... ¡no hemos tenido tiempo de maquillarnos!
Pero, si trabajas para el público como yo, el pasar por "chapa y pintura" es, más que una imposición (que nunca debería ser), una norma de cortesía. Y hay una rutina que dura solo tres minutos porque se reduce a una buena base que corrija, más mucho iluminador bronceador que aporte luz.
Podemos ahorrarnos varios pasos utilizando un buen maquillaje compacto solar, como el de Be+ de Cinfa. Y preguntaréis, ¿por qué no la polvera color azul piscina de Shiseido, que tanto decías amar?
Sí, la sigo adorando, y de hecho la tengo en mi neceser de bolso, siempre conmigo... Pero lo cierto es que para dejar un acabado realmente bonito en la piel su aplicación requiere un poco más de tiempo, y no hace el doblete como corrector tan bien como esta auténtica joya de farmacia, un producto español, navarro, bastante sano en su fórmula y cuyo precio ronda los veinte euros.
Se puede aplicar con una esponja libre de látex humedecida, pero también, en un ataque de prisa descomunal, puede aplicarse con los dedos (limpios), incluso únicamente en las zonas necesarias como no dejan de aconsejar los maquilladores (eso sí, la crema hidratante entonces debería tener un buen factor solar, para que la protección no fuera "al estilo dálmata"...)
El siguiente paso (y casi el último) sería aportar luz a raudales y color al mismo tiempo:
Y para eso, el mejor producto que he probado últimamente son los polvos iluminadores y bronceadores en tono "Godess" de Belle. Poseen miríadas de burbujas de oro, pero tan diminutas que el resultado es luminoso pero elegante.
Lo extiendo en las mejillas a modo de colorete, en la nariz como iluminador de verano (aunque en esta ocasión me excedí), y... en el párpado móvil como sombra de ojos muy favorecedora.
Y ya solo queda aplicar máscara de pestañas, fijar las cejas y aplicar en el cabello recién lavado unas gotas del aceite milagroso de La Chinata para conseguir ese efecto mojado tan rápido, tan cómodo y de moda...
Y rematar con gloss para no enturbiar la transparencia del conjunto, no cargar ni hacer pesado un look que se sustenta en toneladas de iluminador, básicamente. Este brillo labial me costó sólo un euro y me tiene enamorada, ¡protagonizará un post próximamente!
To be continued...