La cadena de perfumerías Prieto lleva desde primeros de diciembre ofreciendo un suculento descuento del treinta por ciento en Guerlain. Y yo llevo todo el mes queriendo auto regalarme por mi cumpleaños la barra de labios de lujo Rouge G con su carcasa
Very Batik, azul noche y plata, preciosista y modernista:
La quería en el número 41 Gipsy, un melocotón encendido de claro matiz anaranjado.
El problema fue que en el local de Logroño no lo tenían, y cuando lo trajeron a mí se me complicó la vida y no pude ir a por él. Ayer, al llegar a la capital, pensé "aquí también habrá perfumería Prieto”..., y acerté de pleno, porque no solo la hay (en la calle Alberto Aguilera, metro Argüelles), sino que en estos últimos días del año la oferta se ha hecho aún más apetitosa: cuarenta por ciento.
Ha sido mi momento de homenaje, de capricho, de barra de labios encantada. Porque, si el primer ejemplar de los sublimes Rouge G, realizados con polvo de rubí, fue bonito por dentro y por fuera... el segundo resulta espectacular:
El envase de doble espejo y cobertura esmaltada en el azul que a mí me gusta, el de las ilustraciones de los cuentos de hadas, el de las cúpulas estrelladas de las catedrales, guarda un tesoro poderoso y dulce a la vez. Aguanta intacto por horas, no reseca la fina piel de la boca.
Me gusta tanto que si alguna vez pico con otro tono de esta colección, no compraré carcasa alguna, la intercambiaré y utilizaré siempre está, tan enamorada me tiene.
El tono
Gipsy, Gitana, es descrito por mi madre como un rojo naranja perlado. A mí me parece más naranja que rojizo, aún melocotón, jugoso y casi tornasolado. El poder que emana de este labial puede con todo. No he logrado retratarlo aún en mis labios como se merece, pero sé que protagonizará mis próximos looks.
Es un color que respira fuera y desprende alegría, melocotón
ma non troppo, algo más vivo para salir de mi zona de confort, esa expresión tan de moda ahora y casi de obligado cumplimiento. Mi melocotón favorito suele ser más dulce, con equilibrio entre tonos rosas y naranjas más logrado, pero éste es un chute de vitaminas y un objeto de culto en mi bolso.
