Si mis dos youtubers favoritas coinciden en un producto, ése para mí está ya marcado con polvo de estrellas, besado en la frente por los dioses. Y sucedió a finales del pasado año con las paletas Reloaded de Revolution Beauty: tanto Ratolina como My Crazy Makeup las señalaron como favorito low cost y comenzó mi búsqueda.
Concretando, y aunque también sintiera curiosidad por la paleta Velvet Rose que se convirtió en el más buscado al ser posible clon de una de las paletas de Anastasia, la que yo deseaba con más ansia era la paleta Visionary por esa mezcla que tiene de tonos y texturas: mates y metalizados, lavandas y neutros... Me parece la paleta perfecta para alguien que quiere poseerlo todo de un plumazo..., y por menos de cinco euros.
Y es que de un tiempo a esta parte he sucumbido ante las tonalidades malvas en su matiz más claro y luminoso: violeta, lila..., para vestir mis ojos, saliendo así de mi zona de confort. Ya está bien de topos, antracitas y dorados, solo se tiene... ejem.., cuarenta y un años una vez en la vida.
Así que me armé de mis dos pincelitos de la colección
Make a wish de You are the princess, uno para difuminar y el otro para concentrar, y dejé volar la imaginación.
Lo que más me cautiva de la paleta, ya lo he dicho, son sus sombras satinadas, casi metálicas, en tonos malvas y rosas:
Pigmentan muy bien, transfieren muy bien: una pasada de dedo es magia, el pincel en el párpado no rompe ese hechizo. La sombra rosa clara sirve también como colorete a una piel pálida y rosada como la mía, regalando un halo inocente y precioso. También me han fascinado las dos sombras luz de la paleta, una más cálida y brillante, y otra mate y casi blanco nuclear.
Pero también di oportunidad a los colores mates y quedé nuevamente enamorada, y no tanto del fucsia que no sé si llegaré a utilizar como de estos dos tonos tan ricos y complejos: un borgoña o corinto de base cálida, saturado, sólido y sedoso, y la sombra "mauve" más bonita que haya tenido m¡nunca, y lo digo yo que he disfrutado de paletas grandiosas como la Lingerie de Nyx y la Backtalk de Urban Decay:
Esta sombra, la segunda comenzando por la izquierda, es oro puro. No busqué la paleta por ella, no sabía que existiera: el romance vino después. Es mantequilla par mis brochas, pero deja luego su huella indeleble. No resulta mate ni satinada, sino un término medio entre ambos conceptos. Es castaña y malva a un tiempo, con un deje de postre que seduce. Da profundidad, calidez y dulzura, todo al mismo tiempo.
Os dejo con mi primer look, rápido e imperfecto, en el que fusiono mis tonalidades favoritas de la paleta: las sombras luz para iluminar con discreción bajo la ceja y con exhibicionismo el lagrimal; la preciosa sombra mauve en la cuenca y la sombra lavanda clara, explosiva y llena de glitter, en el centro del párpado.
Combinada con el labial Unicorn Power de Hema y el colorete Adoration de Nars, la paleta Visionary va a dar mucho juego en mi tocador.