En el Black Friday vi este dúo de grandes superventas de los almacenes Sephora a veinte euros, en rebajas lo he llegado encontrar a diez..., y ahora sé que merece la pena incluso a su precio normal, que por cierto ignoro.
Se trata de un pack muy rosa, de los que pondrían nerviosas a varías de mis amigas: no es ni mi color favorito ni el más odiado, pero reconozco que en fotografías para Instagram funciona muy bien.
Glamglow es además una firma de culto que nunca se había cruzado en mi camino...
Casi se puede decir que me estreno con ambas marcas, porque de Becca he probado muy pocos productos. Pero uno de ellos fue el iluminador Opal también en miniatura que me llevé a Roma hace dos años, y me pareció una maravilla de calidad sobrenatural. Además adoro estos formatos en talla de viaje porque duran la vida, no necesitamos más y son realmente coquetos.
Como ya hemos comentado, para la ocasión han vestido la polvera con un metalizado rosa fucsia que yo agradezco, pues estoy en un punto en el que el negro mate minimalista ya no me atrae. Con la edad he descubierto que una firma no es más ni menos profesional por venir sus envases en oro rosa, en purpurina Barbie o en un pulcro negro.
El relieve que adorna la pastilla imita una joya 💎 y me fascina, aunque por supuesto se pierde tras varias aplicaciones.
Si nos dejamos guiar por la estética exterior del dúo, nos podría parecer que la tonalidad de la pastilla iba a ser excesivamente rosa, y nada más lejos de la realidad.
Más bien regala un fulgor champagne rosé nada sutil, poderoso pero muy delicado, muy femenino. Y, por favor, que nadie se me enfade por identificar feminidad con delicadeza, ¡porque también he hablado de poderío!
La mascarilla Gravity mud de Glamglow normalmente se presenta en un tarro morado y su interior brilla gracias a la plata coloidal. Con esta compra salgo de mi zona de confort pero adquiero por fin un tratamiento antiedad.
Me daba miedo su formulación pues contiene Alcohol denat (¡anatema!), y hammamelis que es un astringente, pero también arcilla canadiense, malvavisco , tapioca, musgo de Irlanda, la ya mencionada plata, polvo de algas y ácido cítrico. Exótico y eficaz.
Así luce mi piel al aplicarle, es que no podía dejar de publicar una imagen como ésta, para el sano escarnio público. Hay que mantener en torno a media hora y yo no sentí picor ni incomodidad alguna: más bien es un momento placentero pues huele como a chuchería de piña, es decir, dulce y fresco.
Y ¿cómo lucen ambos unidos?
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| Luz natural (guiño guiño) |
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| Luz artificial |
Luz, pura luz. Es cierto que en esta ocasión os muestro una fotografía favorecida porque acababa de salir de Mishea peluqueros, pero en esta semana no he dormido bien y para este maquillaje he aplicado muy poca base fluida: gracias a este caprichoso dúo, ¡mi piel no la necesitaba!
