Mimosa sublime es la nueva gama de fragancias para el hogar de Zara Home, ¿hay alguien en la sala que a estas alturas pueda dudar, con semejante nombre, de mi amor y desvarío? Ahora soy una chica rebelde que utiliza las brumas de almohada como perfume personal,
ergo corporal, y sin cargo de conciencia alguno.
Porque huele a pura gloria, porque declara una pirámide olfativa a la altura de la más esplendorosa
maison, y porque en cambio piden dieciséis euros por un frasco de doscientos mililitros.
No me juzguéis tan loca: me he leído la letra pequeña de este impecable, impoluto y alegre envase, y advierte que no debe echarse en los ojos (colirio no es), que no se ingiera por vía bucal (un cóctel tampoco), pero nada dice de aplicarlo directamente sobre la piel y mucho menos sobre la ropa. Y es que una almohada y una blusa vienen a ser casi lo mismo...
Loca no, pero advierto que me compré esta maravilla bajo un poderoso síndrome de Stendhal, ya que me invitaron a impartir una conferencia recital en la universidad de Vigo, campus de Pontevedra, y estuve durante una tarde y una noche rodeada de mis poetas favoritos, lo cual daña y nubla seriamente la razón.
Sobre todo si Miguel d´Ors te acompaña al hotel al acabar la velada, y como llueve te resguarda bajo su paraguas como el perfecto caballero que es. Y antes de eso te cuenta, entre vieiras, pulpo y vino Mencía, que de vez en cuando se pasea por tu blog (sí, el de maquillaje). Y a la mañana siguiente viene a despedirse y te dice: tengo un regalo para ti:
Y es ¡una piruleta!, en clara referencia a los labios de piruleta de tu última publicación que, por cierto, son los que usaste durante el recital.
A esas alturas el que era hasta entonces tu maestro se ha convertido en tu crush poético (platónico y lírico, no faltaría más), el síndrome de Stendhal va a explotar en tu cabeza de tanta belleza junta...
...Y para rematar la faena te dejas caer por el Zara Home que, ¡oh magia de una noche! está justo al lado del hotel, y descubres que la línea de mimosa ofrece no sólo una vela y un mikado (que también adquirirás en el futuro, por supuesto), sino una embriagadora bruma de almohada...
Ese y no otro era el estado en el que me encontraba al juzgar la nueva creación de Zara Home y me diréis: "normal que la encontraras sublime".
Pero es que no sólo estamos hablando de el sueño de una noche de casi primavera, sino de un aroma que mezcla notas de mimosa, violeta, eucalipto y un fondo de almizcle: ésa es la sinfonía de un perfume..., y en mi ropa y en mi piel huele a exuberancia y delicadeza, a sensualidad y rubor, a magia y ¡mucha, mucha poesía!