Sí, con mayúsculas.
La firma norteamericana Buxom, perteneciente al grupo Sisheido, aterriza en Logroño y en España gracias a las perfumerías Douglas y trae a mi tocador el mejor brillo labial que he probado nunca.
Literalmente, señoras: lo tiene todo. Brilla, centellea repleto de burbujas, refresca la sonrisa regalándole volumen y dura una eternidad, parece aferrarse a la piel del labio sin dañarla.
Una marca joven que busca sacar lo mejor de cada mujer, con sensorialidad y sensualidad vintage, de claro sabor retro como podemos ver en la caja de cartón que lo envuelve:
El tono Princess, primero aunque no último de esta marca en mi tocador, es voluptuoso y misterioso, un tono transparente pero lavanda, mauve casi oscuro y translúcido a la vez.
Su opacidad se puede construir capa a capa: con una sola resulta menos oscuro y más acuático, pero siempre desbordante de luz. Y si esta foto lo muestro recién estrenado...
Aquí luce tras un par de horas desde su aplicación: el fulgor no se apaga ni tampoco la frescura del labio, que se muestra voluminoso y radiante gracias al ácido hialurónico y al retinol de la fórmula.
Una formulación innovadora que hace que el labio mantenga un constante frescor, incluso cosquilleo agradable pero en ningún caso picor, esa comezón tan característica de los labiales voluminizadores de comienzos del 2000.
Todo esto por un precio que es de lujo pero no de escándalo: diecisiete euros con noventa céntimos.
Lo llevaré en mis bolsos de lunes encendidos y en mis bolsitos de pedrería a la boda de mis sobrinas: ¡es un todoterreno!