Mi primera reseña del año, ¡chispas!, aúna color y tratamiento. Y describe, precisamente, la última compra que hice en 2020.
Llevo desde el verano con los labios destrozados por culpa de algún labial líquido mate de infausto recuerdo, y por no adquirir bálsamos lo suficientemente efectivos: Lip Smackers, Liposan o incluso Dr PawPaw o Green Pharmacy..., no son para mí.
A principios de Navidad recordé lo bien que me iban los bálsamos ocho horas de Elizabeth Arden, difíciles de encontrar en "provincias del Norte de España" pero muy accesibles en El Corte Inglés.
Tenéis aquí una reseña que data de verano del 2018, cuando me compré el tono Berry para dar a mi labios ese sonrojo natural, el ansiado “efecto piruleta”...
Mi idea entonces fue usarlo más bien como maquillaje, pero me sorprendió su eficacia en hidratar y suavizar labios cortados.
Estos bálsamos no son baratos, ¡cuestan veinticinco euros la unidad! Pero, en su doble vertiente de colorido y nutrición resultan impecables y, cuando fui al mueble expositor, estaban rebajados a diecinueve euros, así que, imbuida del espíritu de la Nochevieja me hice con dos: el ya conocido Berry, que muestro en esta imagen y, ahora incluso, da un color más jugoso, más de niña comiendo caramelos...
Y me atreví con la nueva edición especial que ha lanzado la firma, tan generosa siempre en sus colaboraciones y en vestir de fiesta los envases de sus productos clásicos,
En este caso han unido fuerzas y creatividad con la joven ilustradora Olimpia Zagnoli, conocida por sus trabajos para diarios de primera fila y por sus líneas llamativas y alegres.
Esta nueva colección limitada se declina en tres colores, un rojo vino , un rosa y un coral. En el Corte Inglés de Nervión, en Sevilla, solo les quedaba este último y fue el que adquirí: tuve suerte porque era el que más llamaba mi atención.
Se trata de un melocotón muy claro, apenas palpable pero que está allí, sublimando los labios y dejándolos jugosos y soleados:
Además es una base perfecta para construir unos labios melocotón más poderosos, como hice yo en Nochevieja: sobre una generosa capa de 8 Horas de Elizabeth Arden en tono coral, rellené la boca con un labial líquido metálico de la marca Magic Studio, en el número dos.
El color se mantienen inalterable por horas, y la boca no sufre los estragos y cataclismos de ataño:
No quiero despedirme sin tocar el espinoso tema de la formulación: se me ha acusado de pasar por alto siliconas y parafinas en según qué productos.
Este bálsamo labial carece de siliconas oclusivas, para las que soy mucho menos tolerante, pero es cierto que contienen aceite de petróleo refinado en primer lugar.
Aún así, como en el segundo puesto hay aceite de ricino y también manteca de karité, cera de abeja y lonolina, desenfundaré mi teoría del escudo protector: no es que haga yo la vista gorda en la fórmula de según qué marcas y productos, ¡es que también importa la compañía!