Hoy estreno nuevo look..., hecho en casa.
Estaba cansada de mis raíces oscuras: canas no tengo, y admiro la personalidad de mujeres como la blogger Noelia Cano que está dejándoselas, y la gran poeta Amalia Bautista que siempre las ha lucido...
Es la magia y la amplitud de nuestra época, en la que una mujer puede reivindicar su derecho a las canas, pero al mismo tiempo el verse más guapa con el pelo aclarado puede ser también su emblema.
Mi realidad era ésta y me apetecía cambiarla: sobre todo el flequillo me gusta más rubio.
Pero no tenía tiempo para ir a la peluquería, ni me quedaba en casa el tinte que usé durante el confinamiento, el color elixir de apivita...
Luego recordé que hay una farmacia en Logroño, en la esquina de Muro de la Mata con Marqués de Vallejo, que lo vende, pero se me había olvidado por completo.
Así que me lancé a la aventura, entré en primor y encontré una caja de Revlon, firma de la que me fío completamente.
Me gustó que no tiene amoniaco y dice poseer queratina en su formulación, y también me atrajo el precio, 2,99 euros, creo que el más barato de toda la vitrina de coloración, pero no me hubiera dejado guiar solo por este motivo.
Partiendo de esta fotografía del "Antes", a cara lavada, pijama y gloss melocotón, dio comienzo la empresa con el Rubio Ultra Claro de Revlon:
Mezclar el pigmento con la crema reveladora y agitar fue fácil, aplicarlo también.
Esperar media hora haciendo mi sesión de elíptica fue divertido y hasta un poco místico... ¡Pero aguardar tras enjuagar a que se me secara el pelo y ver el resultado fue un infierno!
Sin embargo todo llega, y el acabado final me hizo muy feliz. ¡El cabello se ve muy cuidado y hasta"caracolea"!
Saltando de alegría me hice toda una sesión fotográfica en el Espolón de Logroño:
En Twitter dije "mechas", y eso es lo que parecen: se mezclan con mi base natural, rubio oscuro, y con lo que quedaba de la coloración que me hicieron en Mishea en junio de 2021.