My crazy makeup es un canal de Youtube, gobernado con maestría por Lety, que conocí gracias a Ratolina: los gurús de mis gurús son mis gurús.
En cuanto te aficionas a sus vídeos se te hace reconocible todo un mundo de adjetivos: potentorro, full cover, morado..., y una predilección por iluminadores y bases de maquillaje que reseña con profesionalidad.
Son "la marca de la casa" y lo que hace que su perfil sea especial.
En los últimos tiempos distintas blogueras, youtubers, instagramers sacaron su propia colección:
Ya lo hizo Gotymakeup, mucho antes Pórpora Porpita, hace poco BylauMK para Industrial Beauty y recientemente la maquilladora Sara Herrera acaba de lanzar un set de brochas para esta misma firma junto con Ceci Wallace.
Es normal sentir un cierto grado de escepticismo ante este brote de colaboraciones especiales, preguntarse hasta qué punto la influencer de turno ha metido mano o no...
En el caso de Lety, su estética ochentera y la elección tan personal de colores no dejan lugar a dudas.
La colección es muy completa y se compone de una paleta de sombras, labiales líquidos mate, pestañas postizas de efecto acento en una preciosa cajita que evoca las de Polly pocket de nuestra infancia..., y los dos productos que rondaban mi lista de deseos.
En primer lugar uno de sus pigmentos duocromos, un dorado tornasol llamado Kelly que vira a verde oliva, al que aún no me he acostumbrado y al que tendré que dedicar una entrada en exclusiva...
Y el producto de toda la colección que más he ansiado y esperado: Malibú face palette, una paleta de rostro con colorete(s), bronzer(s) e iluminador(es)..., que ¡simula una cinta de cassette de nuestra época!
Y, como tal, posee dos caras, una para rostros pálidos y otra para morenazas, aunque las seis pastillas de color se pueden utilizar indistintamente.
Veinticinco euros por un producto que ofrece tanto me parece un precio de ganga.
En la "cara A" nos encontramos un iluminador a medias entre el champán y el oro pálido llamado Laguna, y un rubor en tono batido de fresa Okey:
El colorete es mate pero dulce, colorea las mejillas con ternura y alegría a la vez. El iluminador no deja trazo de color cuando tu mejilla está en sombra, pero es poderoso: ¡No esperábamos menos de Leticia!
El polvo de sol Topanga es cremoso, con cierto matiz frío, y muy favorecedor: ¡me fascina! No así el bronzer de la "cara B", único tono de la paleta que me veo incapaz de usar:
Sin embargo el iluminador y el colorete de esta parte, aunque estén pensados para piel muy oscura, me atraen y me veo capaz de experimentar con ellos:
Un rubor rojizo que todas hemos anhelado alguna vez, desde los míticos "Bite of an apple" de Mac y "Exibit A" der Nars, y un iluminador que asusta un poco pero a la vez maravilla, por su vibrante tornasol amelocotonado.
Me muero por experimentar con él como colorete luminoso, con mano ligera como diría la inolvidable Flopsy.
Estos tres colores tiñen la piel, como podéis ver en esta foto tras haberme ¡lavado las manos!
No puedo ofrecer aún looks muy elaborados, pero os dejo un par de fotos del primer día en el que estrené la cara A de la paleta.
Mi madre, cuando estaba saliendo por la puerta, me advirtió: ¡te brilla la nariz! Un fulgor que no se apaga nunca.