Nos encontramos una vez más ante un claro ejemplo de "YouTube me hizo comprarlo", pues ha sido Ratolina, mi youtuber de cabecera, quien recomendó este tubito de maquillaje lowcost.
Base de maquillaje Luminous Serum Foundation de P.S., la marca de cosméticos de Primark: cuesta siete euros y es una maravilla..., si sabes utilizarla. Una maravilla con condiciones.
En primer lugar, no he encontrado la lista de ingredientes por ninguna parte, pero llevo utilizando este producto una semana entera y mi piel sigue impecable, así que daño no hace.
El envase anuncia extracto de diamante, y un formato serum que no casa muy bien con su dispensador: afortunadamente el gotero brilla... por su ausencia.
Había infinidad de tonos, con numeraciones bastante locas y la clásica organización en fríos y cálidos. Yo me llevé uno Cool número 161 y otro Warm número 143, para probar y "jugar" con ellos.
De joven siempre tiraba a por los tonos C basándome en mi subtono...
En cambio ahora pienso que una base fría realzará precisamente los puntos flacos de mi complexión rosada, y me atraen los matices dorados que neutralizan rojeces y aportan un efecto de luz de vela.
Y maquilladoras de la talla de Ana Aparichi me dan la razón.
Curiosamente, el número 161 es más claro que el 143, pero es ahí donde la magia del subtono entra en acción.
Antes de adentrarme en este asunto, diré que el envase me sulibeya: un tubo negro y esbelto, grácil, con aplicador de plump. Fácil y elegante.
El 161 Cool es un beige no tan rosado pero sí muy claro, hasta empalidece mi piel, pero a cambio aporta muchísima luz y por eso lo utilizo en la zona de las ojeras a modo de corrector iluminador.
El 143 Warm es mi tono exacto pero con ese punto cálido, dorado, de luz de vela: no tiende al amarillo, algo que suelo detestar, y queda más claro que oscuro.
Ahora llega el momento de explicar las condiciones: ignoro a qué se refieren con "sérum", yo no me saltaría la hidratación. Este maquillaje me recuerda al Revlon de mi primera juventud, en el sentido de que hay que manejarlo rápido..., porque se seca.
Resulta muchísimo mejor fundirlo en la piel con los propios dedos, la mejor herramienta y la más natural: en las dos primeras fotos utilicé brocha y el resultado quedó demasiado evidente, marcando incluso algún poro que otro.
Aquí la veis difuminada con los dedos: sienta mucho mejor y refleja la luz que hay en la piel, sin brillos excesivos y sin por supuesto resultar mate. Me la esperaba más jugosa, y sin embargo me convence este acabado radiante pero natural.