Sapos y rosas: cinco sombras de cuento en una paleta encantada.
El color verde, en cualquiera de sus muchas tonalidades, es tendencia en esta primavera 2022.
No es con mucho mi color favorito, pero vuela en sinfonías distintas y hay donde elegir: a mí me fascinan los tonos esmeralda, lima y petróleo, y sin éstos los que encierra la paleta Frogs and roses.
Yo atesoro en mi tocador varias paletitas de la firma y me parecen preciosas, pero ésta es aún más especial. Empezando por el envase, de cartón con espejo y una manga estampada que es pura fantasía.
Pedí esta joyita a Maquillalia, y por nueve euros con noventa céntimos, tras alguna aventura fruto de la huelga de transportes, la tengo en mis manos.
Una sombra rosada mate y otra helada, evocando jardines ingleses; un marrón medio con capacidad para oscurecer y los dos claros protagonistas:
Un verde entre hierba y lima, denso, cremoso, mate y de alta pigmentación, y una hipnótica, electrizante sombra entre petróleo y esmeralda, de tornasol metalizado.
La historia de color es preciosa, se pueden crear maquillajes muy inspirados y la calidad se me antoja alucinante.
He aplicado el verde claro mate en la cuenca del párpado y la sombra petróleo en el centro, a toques con el dedo índice. En el lagrimal un punto Frost gracias a la sombra rosa helada.
Con la sombra marrón delineé a ras de pestañas inferiores, y logré una mirada marcada, ptofunda, eléctrica... ¡y muy a la moda!