Dicen, se rumorea, cuenta la leyenda que L´Oreal París ha lanzado una preciosa máscara de pestañas que es el clon perfecto de la más cara y más lujosa Better than sex de Too Faced, pero después de haberla comprado y haberla probado a conciencia, yo lo niego: es muchísismo mejor. De perfecto tiene mucho; de clon, muy poco.
El primer producto de maquillaje que he probado en el 2018 ha sido un amor a primera vista, a primera caída de pestaña, a primer aleteo: necesitaba una máscara y una crema hidratante, en mi primera salida tras las nieblas de la enfermedad crucé la calle y entré en la perfumería Douglas, y la encontré. Me alegré mucho porque en dos ocasiones la había visto en Primor y me negué a comprarla.
Me ha seducido por completo, y eso es difícil en un rímel porque, para ponernos en situación, debo confesar que mis pestañas son así:
...Y son así, maquilladas, así que imagínense sin maquillar.
Éste fue mi look de Navidad y si no pecara de inmodestia diría que de él me gusta casi todo: el pelo, ultra rubio y recién limpio pero hidratado con ese efecto "wet" gracias a la Chinata. La piel, resplandeciente gracias a mis nuevos iluminadores de MakeUp Revolution. Los labios rojos metalizados por arte de Kiko Milano...
Pero llegamos a los ojos y todo se tuerce. Y no solo por mi torpeza a la hora de acometer un delineado a ras de pestañas como Dios manda, ése es otro tema... ¡sino porque casi no hay pestañas para delinear! En la imagen llevo dos capas de un rímel de firma de lujo, ¡y no se ve!
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Por eso, y porque se me ha terminado mi Roller Lash de Benefit y antes se me acabó la Glamour Doll de Catrice, decidí probar la nueva sensación del momento, diz que clon de un súperventas del mundo rímel.
El envase es de color oro rosa, muy en la estética "cupcake", años cincuenta, y muy parecido a la máscara en la que supuestamente se inspira, Better than sex de Too Faced. Por cierto, el nombre del nuevo lanzamiento de L´Oreal es mil veces más elegante e idílico. El cepillo es bastante parecido al "original" aunque recuerdo que éste tenía una ligera forma de reloj de arena, con una hendidura en el centro.
La fórmula es magia, aleteo de mariposas sobre las mejillas. Y aquí es donde se aleja el producto de L´Oreal del de Too Faced, remontando el vuelo. Yo tuve la máscara Better than sex y dejaba la pestaña muy negra por lo que el acabado era bonito, pero pesaba mucho y no se terminaba de secar nunca, y manchaba el párpado.
Paradise en cambio promete y ofrece una ligereza infinita, tiñendo la pestaña y alargándola tanto como su maestra. No notas que la llevas, no mancha ni cae a la ojera en ningún momento. Y la imagen, si no vale más que mil palabras (una filóloga nunca diría algo así), sí que habla con lenguaje persuasivo:
Creo que nunca, nunca se me habían visto tanto y tan abiertas las pestañas en una fotografía. Parecen volar. No llevo rastro alguno de sombra ni lápiz y sin embargo los ojos se ven vestidos, poderosos. Si deseáis saber en qué consiste el resto del maquillaje de este primer look tras salir dela faringitis, escaso pero luminoso, y el nombre del labial, ¡no tenéis más que decirlo en comentarios!
