Resulta muy lógico, tras desvelar mis favoritos del año 2017 en este espacio, hablar también aquí de los candidatos a favoritos en el 2018, o lo que viene a ser lo mismo, detallar mi lista de deseos, ese libro blanco imaginario hecho de sueños cosméticos que toda potinguera guarda en lo hondo de su corazoncito...
La mía es una lista de sueños posibles e imposibles, pero voy a comenzar por los primeros:
Me muero por probar los nuevos Lip stories de Sephora, barras de labios a precio razonable (ocho euros con noventa céntimos), de envase retro de cartón pero muy sólido y bellamente estampado, labiales que cuentan una historia, de verano, de invierno, de bélle époque, industrial... Me apetece mucho el dorado cobrizo porque lo he probado ya en varias ocasiones y no parchea, y un morado casi azul como de cuento.
El resto de mis deseos alcanzables aparece en mi último vídeo de YouTube:
En primer lugar, antes de volver a hablar de mis queridos almacenes Sephora, me apetece muchísimo un bolso de bandolera de Harry Potter, aunque no tengo claro sin comprarlo en La Frikilería, donde además de mochilas de la Bestia, los Aristogatos o Minnie Mousse que yo no me atrevería a llevar, vi un bolsito de lona azul grisáceo con el deseado escudo mágico, o en Primark:
Una cartera tipo satchel con claras reminiscencias colegiales y con un parche de Hogwarts en el frontal que me ha robado los sentidos. Cuesta dieciséis euros (el de la Frikilería costaba veintitrés), y claramente es de plástico como diría mi madre, a la que le ponen enferma los bolsos de materiales poco nobles.
A mí en cambio me parece que la piel es cara y además supone crueldad animal, y también me parece que este bolso es especial al poseer ese sabor brittish tan apetecible. ¿Qué opináis vosotras?
Pero volviendo a Sephora, tengo en mi punto de mira más inmediato los labiales líquidos de Fenty Beauty. Me seduce tanto el gloss de color discreto pero acabado maravilloso de labios gruesos e hidratados, como el nuevo rojo mate con envase en forma de laca de tapón en punta, derrochando glamour. En la foto lo podéis ver: puede con mi cara de cansancio, con mis ojeras y con mi pelo desordenado, lo llena todo de luz pese a ser mate. Un rojo que no se siente en el labio, poderoso pero dulce.
Si llego al final de las rebajas, me gustaría hacerme con uno de los Melted Latex de Too Faced que están ahora por diez euros (a la mitad de precio): labiales líquidos de larga duración pero de acabado brillante. Me llaman el tono Peekaboo que veis en la imagen, un rosa desnudo con matiz melocotón parecido al Muñeca de Kat Von D pero con efecto vinilo, o el Strange Love, un topo que no llegué a probarme pero que me atrae mucho.
De Too Faced, firma que se está convirtiendo en mi casi favorita de lujo junto a Nars, me llama también a a gritos su primer sin siliconas Hangover RX, las ediciones de melocotón y de unicornio que vendrán en primavera (según lo que he visto en el canal de My Crazy Makeup), los coloretes de corazón...
Pero eso ya entra en el terreno del "a medio largo plazo", y esta paleta llamada Glitter, por mucho que me seduzca y enamore, creo que roza el terreno de la mera contemplación de la belleza, porque para sombras brillantes ya tengo mi modesta peto magnífica Cosmic metals de Nyx.
Y ya cruzamos el umbral de los sueños imposibles, como este bastón de Gandalf que vimos en MG Distribution y que alegró una semana llena de estrés, pero que por peso, tamaño y precio (110 euros) no me planteo comprar.
Sin embargo, regresando al mundo del maquillaje, hay tres productos muy difíciles que me planteo como deseos casi imposibles para cumplir a lo largo de este año:
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| Página web de Nars |
El más cercano es el iluminador Hot Sand de Nars en polvo: podría cantarle, al más puro estilo Silvio Rodríguez, aquello de "y como no te me quitas de las ganas"... Cada vez que veo su fulgor sin purpurinas, ese destello rosa neutro de piel saludable o arena dorada lo vuelvo a desear.
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| Página web de Beauty Bay |
Y por último me encantaría probar, pero sé que se quedará en sueños, los míticos correctores Shape tape de Tarte, y el labial líquido rosa malva por excelencia, el Rosebud de Dose of Color. Pero todo un océano me aleja de estos últimos objetos de mis desvelos, quizás para mi bien.
¿Qué os ha parecido esta wishlist, de lo más cotidiano a lo más alocado?
