En este pasado fin de semana mi mejor amiga de tierras norteñas se casó..., así que estuve de boda y turismo por la preciosa provincia leonesa. No la conocía y me ha deslumbrado.
Aquí una imagen del modelito que llevé, aunque mejor debiera decir del
Locus amoenus donde se celebró la ceremonia, verdadero protagonista de la fotografía. Estaba deseando redactar este post porque la boda en sí fue emocionante y mi publicación será uno de tantos recuerdos que testimonien lo que ya no podrá borrarse con facilidad de nuestra memoria: fue una tarde mágica.
El amor flotaba en el aire como pompas de jabón.
Pero, alejándome de lo estrictamente personal y emotivo, me parecía una buena idea detallaros mi outfit y mi look porque algunas prendas volví a utilizarlas, recicladas, al día siguiente en mi paseo turista por la ciudad, lo que me lleva a que una misma americana, por ejemplo, puede reciclarse en contextos formales o informales, acompañando en el protocolo y dando un toque
bling bling a un conjunto más casual.
Pero comencemos por el vestido...
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Prueba del vestido, sin maquillaje ni nada |
Verde, de Elogy. Me lo compré hace tres años al adelgazar. Ahora tenía miedo de que no me cupiese, pero al final, ¡cupo!
En el caso que nos ocupa, el vestido era lo suficientemente arreglado para lucir solo, pero hacía mucho frío y tuve que acompañarlo con la americana negra de
pailletes que me compré en H&M en Navidad. De lo cual ahora me alegro infinitamente porque miren cómo lo realza la chaqueta (y el maquillaje, y el marco incomparable, claro...):
Es que me fascina el conjunto. En su momento dudé en comprar esa chaqueta porque es una talla 42 y no me cierra, pero superpuesta sobre el vestido, el supuesto defecto se convierte en virtud.
Llevé el bolsito acolchado con cadena tipo Chanel pero de Stradivarious que me regalaron por mi cumpleaños, medias negras y zapatitos de medio tacón, y un colgante de cerámica reciclada de la firma eco Gotaskkaen.
Y, al día siguiente, al salir de paseo por la hermosísima ciudad de León, llevaba de nuevo americana, bolso y colgante
cool, pero en un contexto mucho más informal:
Bastó con quitar vestido y añadir pantalón negro de Zara y blusón agua marina de Elogy también, y sustituir zapatitos de señorita por mis sneakers negras. Y lista para disfrutar de un fin de semana de turismo y belleza que parecía no tener final.