El título algo sensacionalista no significa que haya apostatado de una de mis firmas de cabecera, pese a que me decepcionara cuando empezó a comercializarse en el reino del maltrato animal. No quiero ser hipócrita, diciendo hasta aquí llegó el idilio: literalmente me muero por el iluminador
Hot Sand en polvo, y sé que algún día caerá en mi neceser.
De hecho,
Luster y
Orgasm siguen siendo mis coloretes favoritos sobre la faz de la tierra..., junto al
Peach de L´Oreal que descubrí hace un par de años, y fue en ese momento cuando cambié un poco el chip. No se puede ser tan tajante como yo era entonces, pensando que los únicos rubores que merecen de veras la pena eran los de Nars... ¡hay mucha oferta en el mercado!
Y los nuevos
Metal blush de Kiko (9,90 euros) son maravilla por fuera y por dentro, comenzando por el envase...
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¡BLING! |
Una polvera color oro rosa, de contornos redondeados y suaves, que se abre a golpe de clic metálico imantado y que en su interior guarda un espejito, espejito mágico y una pastilla de algo que brilla con el tenue fulgor de la luna: todo el pack entra en el módico precio de nueve con noventa euros, es una oferta poderosa.
Se abre el telón y lo que encuentras es el número uno "
Angelic riot" (existen seis tonalidades más), un color que la firma describe como melocotón claro luminoso y que yo describo como la respuesta a todas mis plegarias cosméticas, o como un comodín de lunes a viernes, Non stop.
Porque los
Metal blush poseen ese toque metalizado que consigue que tu piel brille pero que parezca seda. No hay un átomo de purpurina o en ellos. Y porque el tono
Angelic riot es como un rayo de luz, tímidamente cálido y melocotón:
De hecho, si me paro a contemplarlo, me recuerda vagamente a mi ansiado
Hot sand algo más vivo o a mi adorado
Luster algo más pálido: una polvera angelical, metal por fuera y melocotón claro por dentro... a caballo entre un rubor y un iluminador.perlado.