Las Ventas Privadas en los almacenes Sephora llegan a su fin mañana, y a las compras que ya mostré, que aún no he reseñado pero prometo inminentes reseñas, añado una última recomendación, una novedad tan exitosa que se agotó nada más salir al mercado y que acaban de reponer: el magnético tono 115 de los nuevos labiales metalizados:
Creo que nunca he sentido tanta impaciencia, deseo, zozobra y en consecuencia una mezcla de los muy modernos términos "ansia viva" y "
hype", como con este labial líquido mate pero metálico, diz que clon del afamado Orgasm de Nars.
Porque hace exactamente un mes encontré el probador casi nuevo en la tienda, me enamoré locamente y cuando fui a comprarlo... ¡estaba agotadísimo! Y han tardado más de treinta días en reponer: quería estrenarlo en la boda del año y no pudo ser, quería estrenarlo en el congreso de mi universidad y tampoco...
...Cuando de repente, hoy, quince de junio de 2018, día en el que al fin he firmado las escrituras y mi nuevo piso es de verdad mío..., ¡recibo la llamada de Sara de Sephora, diciéndome que lo tienen! Ha sido uno de los días más importantes en mi vida, con traca de fin de fiesta.
Además, lo conseguí con un 20% de descuento, a diez euros en vez de casi trece. Pero podéis preguntarme ; ¿qué hace tan especial al número 115 de los nuevos Lip Cream Stain de Sephora?
Su acabado metalizado que convive con esa textura cremosa, la más confortable de la saga de labiales líquidos que inundaron el universo cosmético. Y el color: un melocotón encendido con chispa dorada (no en vano se llama "Fancy peach"), que irradia luz, que enciende el rostro más cansado de la civilización trabajadora.
Es un tono eléctrico, pero con un magnetismo al que se suma una sorprendente dulzura. Es un acierto legendario. Y sí, se parece muchísimo al Orgasm de Nars, pero más duradero, más barato y con un nombre mucho menos sonrojante.