He aquí una compra que hice al antiguo estilo, es decir, aconsejada por una de las atentas señoritas de la perfumería Druni, que me dijo que no encontraría sombras de ojos más sedosas ni más pigmentadas por un precio menor.
Curiosamente, una semana después de mi adquisición vi reseñas de esta firma en el espacio de Miss Potingues y algún otro sitio web, pero antes de leerlas desconocía Bronx hasta tal punto que me llevé dos sombras pensando complementar mi paleta de básicos y, ya en casa, me di cuenta de que no tenían imán.
Así que regresé a Druni, me hice con su paleta de cuatro huecos y con dos tonos más, y este es el bendito momento en el que presento en "sociedad" mi paleta soñada: sí, carece de tonalidades mates o de transición, es todo carnaval sedoso y cremoso, pero me ha servido para crear looks coloridos y especiales sin mucho escándalo de lunes a domingo, y se ha ganado mi corazón.
Debo decir que mi textura favorita para las sombras de ojos es ésta: puro fulgor satinado o metálico, y con esa densidad casi de crema que las hace perfectas para utilizar con los dedos.
Y con este precio, dos euros con noventa y nueve por un acabado propio de Stila en sus mejores momentos. Sólo puedo hablar de estas cuatro sombras, a lo mejor otras con otras texturas pinchan o defraudan pero..., amigas, aquí hay oro.
De izquierda a derecha:
Amethyste, la sombra que me recomendó la dependienta y que sale absolutamente de mi zona de confort, pero me ha vencido: un buganvilla con tornasol azul. Metalizado, sin glitter aparente.
Cool Gray, no es gris sino malva frío y recubierto de fina purpurina dorada, pero todo ello juntamente aporta un efecto ahumado y lleno de duende. Es mi favorita y tardé varias semanas en conseguirla.
Celadon green, un tono dénim algo más claro: azul medio centelleante con mil burbujas plateadas bailando en su superficie.
Battleship grey, un antracita o humo poderoso, denso y a la vez elástico, maleable. El punto de cordura en la paleta, lo que unifica todo.
Lo que más me gusta de estas sombras es lo bien que se mezclan, y yo no soy nada experta en estas lides. En este primer maquillaje combiné en el párpado móvil las sombras Celadon Green (poco, solo un toque) con Cool Grey (bastante, ¡ñam!), para terminar marcando las esquinas externas y la cuenca con el gris antracita:
Los tonos se superponen y entremezclan amorosamente, y en el resultado final se ve que están pero ninguno desentona destacando con alevosía sobre los otros. Se difuminan muy bien (yo apliqué con dedos pero luego trabajé con mi brocha de Wycon), y sin embargo una vez asentados aguantan en el párpado por horas sin fin.
Me fascina la sombra Cool Grey para delinear a ras de pestañas inferiores: aporta un halo de misterio precioso. Pero estaba claro que tenía que probar la sombra Amethyste, primera culpable de mi compra, y en este fin de semana le he metido el dedo a fondo, junto con el gris humo que al entreverarse con ella logra un tono azul lavanda realmente único:
En ambos casos he utilizado el dúo Sands of times de Revolution para iluminar y colorear el rostro..., y labios mauve, mi última obsesión. To be continued!
