Pasados los disfraces y debates de Halloween, comienza para mí una de las épocas más bonitas del año, ya lo sabéis...
¡La pre Navidad, que disfruto como una niña sin empacharme!
Y es que este tiempo posee también sus ritos, y el pistoletazo de salida suele darlo la colección navideña en la tienda de Kiko de Gran Vía, en Logroño.
Que este año es puro lujo..., y llegó con regalo de Reyes anticipado: ¡Mi gran amiga Edurne, a la que conocí en Rituals, ha entrado a trabajar en la que ya es una de mis tiendas favoritas de esta ciudad!
Fue ella la encargada de enseñarme una colección tan completa que tendré que dividir la reseña en varios posts, y fue un auténtico placer y una verdadera alegría descubrirla de su mano.
Ella hace bastante énfasis en los productos líquidos de la edición: un serum que funciona también de prebase, una bruma fijadora de lavanda, una base de maquillaje en formato gotero y un iluminador fluido.
Estuve chafardeando sus formulaciones y son un precioso cóctel de glicerina, propanediol y extractos vegetales, pero en esta primera visita me tentaron las sombras de ojos: en estos swatches podéis ver su fulgor y pigmentación.
Y me llevé a casa el tono Iridiscent silver, un prodigio de brillo entre plata y topo, que refulge en el párpado y centellea pero con una base de color firme, etérea pero real...
Tiene también matices rosados y escarchados, es una auténtica fiesta y me costó doce euros con noventa, que dada su calidad y duración sobre la piel pagué gustosamente.
De coloretes ando sobrada y además han vuelto a optar por el acabado mate, pero si os gusta el rubor natural, el tono Elegant rose regala un sonrojo muy bonito...
Yo fui directamente a los iluminadores en polvera joya, a dieciséis euros con noventa céntimos, y me decanté por el tono más subido, que bajo el nombre de Enigmatic Bronze colorea deliciosamente las mejillas:
Edurne me lo probó en la parte alta de los pómulos y quedé deslumbrada: es metálico y poderoso, y claramente bronce como su nombre indica, pero inunda de luz las mejillas de un modo encantador y hasta sutil.
Aquí lo veis a modo de colorete, acompañando a un gloss melocotón y a un ahumado en los ojos..., con trampantojo y tornasol, gracias a la sombra Iridiscent silver:
Así fue mi primera incursión en las navidades 2021 según Kiko Milano..., ¡y os aseguro que no será la última!