Un año más vengo a decir que no soy yo muy rebajera, pero que al final siempre cae algo. Y como nos gustan los hauls más que las tartas de queso del Starbucks..., aquí lanzo el mío.
En enero de 2022 he vuelto a ampliar mi colección de vestidos de invierno, que me gustan mucho y me sacan de la monotonía de jerseys largos sobre leggins o pantalones de terciopelo:
Tengo la excusa perfecta y es que estoy adelgazando, de forma lenta pero segura:
He perdido cinco kilos y me he estabilizado en los niveles de azúcar y colesterol, que es lo más importante. ¡El endocrino me ha dado la enhorabuena y eso que yo iba, como siempre, con una buena dosis de acojone interior!
Encontré estos dos vestidos de talla única, de un precioso y cálido tejido entre pana y canalé, en una tienda llamada Ragtime que hay en Sevilla (calle San Eloy) y Madrid (calle Barquillo), al cuarenta por ciento de descuento:
Me costaron veintiséis euros cada uno: el rosa es delicioso para diario y el negro para grandes ocasiones como cenas en restaurantes de tiros largos resulta perfecto:
Con tacones de charol y americana de pailletes de H&M queda elegantísimo...
Y aquí acabaría el post de las rebajas si no me hubiera pasado durante el fin de semana por un Douglas y no hubiera descubierto un cajón de precios locos:
Había una serie de labiales de alta gama ¡a nueve euritos, oiga! Shiseido, Clinique, Estée Lauder...
Ya que estábamos, me hice con el Pure Color Envy 320, un potente, alegre y sólido tono coral:
A pesar de su textura opaca, es mucho más dulce y cremoso de lo que yo imaginé: había esperado un rojo coral y ha resultado ser un melocotón subido, ¡uy, qué pena!