GRWM: Look & Outfit de boda

Que en este fin de semana nos íbamos a la boda del año. Se casaba el ahijado de mis padres, hijo de una gran amiga mía y del mejor amigo de mi padre, que tristemente perdimos en la segunda ola del Covid. 

Momentos para emocionarse, pero también para disfrutar, agradecer... y sacar de dentro toda nuestra elegancia.

En realidad este vestido de Él Corte Inglés old, con paillete dorado y mangas largas, es el que suelo llevar últimamente en Nochevieja y no era mi primera opción, pero es que pensamos que en la sierra de Granada iba a hacer mucho frío.

Pronóstico que luego no se cumplió, y en la comida me cambié como las estrellas que llevan dos modelitos a los eventos...

De primeras acompañé el vestido con unas medias de verano, unas cuñas Wonder de falsa piel de serpiente y un pamelón también del Corte Inglés, y también old, que me prestó mi madre.

Ya en el banquete me quité el sombrero y me puse mi top negro brillante de Admitié, con pantalones de terciopelo, y cambié el aparatoso collar verde agua y dorado que me regaló una amiga italiana el día de la defensa de mi tesis por mi colgante de perla de río en forma de gota...

Y ya para el baile cambié también las cuñas, que eran cómodas... pero no tanto, por unas zapatillas de esparto que regalaban allí mismo, el mejor regalo para las invitadas ever.

Y ya que he hablado de los outfits, paso a comentar el look, que fue uno solo. 

Para trabajar la piel, confié en la CC Cream Nude Glow de IT Cosmetics que me maravilla, deja un acabado jugoso, radiante y perfecto. Y eso que conseguir un cutis ideal era difícil, porque...

En el día de la víspera me habían aparecido dos hermosos granos en la mejilla, hormonales y de estrés, que combatí en tiempos récord con un buen limpiador y la crema de argán de Garnier Bío.

También estrené para la boda el colorete Luster de Nars, que había terminado enterito y tuve que reponer en El Corte Inglés de Nervión.

Respecto a los párpados, de base apliqué un Jumbo de 3INA que me está gustando mucho, y del cual hablaré pronto..., y como está de moda el efecto nácar, por encima puse unos toques de la sombra nacarada de la paleta Blue heart de Kiko.

Rematé todo enmarcando los ojos con el delineador Hot chocolate de Essence, que por un euro con ochenta y nueve céntimos es el lápiz que más cómoda me hace sentir. Y en los labios, mi adorado KissKiss Shine Bloom 319 de Guerlain.

Como veis, el pelo estaba liso "ma non troppo", culpa de la humedad y el viento, pero así resultó más natural. Y mi alegría junto al novio, que me ha dado permiso para publicar esta preciosa foto, ¡parecía traspasar la cámara de mi humilde móvil!