Hace tiempo dije en este espacio que no me terminaba de convencer la base iluminadora de Bell, pero que me daba pereza dedicarle una reseña porque no quería escribir un "post destroyer": respeto demasiado esta marca low cost del grupo Ortrade, que me ha dado productos como la máscara hipoalergénica o los jumbos de ojos, básicos imprescindibles en mi tocador. Y cuando una firma me llega al corazoncito, se me nubla el juicio crítico, por más que en general me gusta más alabar que criticar.
Así que me he metido en un fermoso huerto: para explicar por qué digo "no" a esta base fluida, decidí explicar antes por qué digo "sí" a otras opciones de maquillaje, líquido o en crema, en definitiva, por qué me he vuelto tan exigente: pónganse cómodas.
En realidad, la clasificación de mis bases de maquillajes, las últimas que he estado utilizando, se podría resumir en el clásico binomio "me gusta/ no me gusta", pero para llegar a la conclusión de que la base de Bell me disgusta, debéis saber que estoy acostumbrada a bases muy buenas. Muy muy, buenas, lo cual no se identifica en absoluto con "muy, muy caras": sus precios oscilan entre los diez y los veinticinco euros.
Hace más de un año decidí renunciar a los fondos fluidos de alta perfumería, que me aportaban siliconas y quebraderos de cabeza... y comenzó mi peregrinaje por la farmacia y el herbolario. Hallé tarros mágicos cuya magia está escondida, como buena alquimia: cero glamour, cero publicidad en las revistas, e... iba a decir cero siliconas pero eso es imposible, digamos un porcentaje mínimo.
Y llegamos a la niña bonita, mi base de maquillaje favorita desde hace meses... y lo que nos queda por vivir juntas. Si 2014 fue el año en el que descubrí mi crema de día perfecta (Toleriane Ultra de la Roche Posay), en 2015 Toleriane teint me conquistó.
¿O debo decir que fue una reconquista? Porque yo había utilizado este tubito hace mucho, mucho tiempo, cuando empezaron mis problemas de rosácea, pero entonces no me gustó porque usaba mucho producto y me quedaba muy artificial, algo que, según los mejores maquilladores, es uno de nuestros fallos más habituales al aplicarnos la base. Y si con cualquier maquillaje líquido hay que seguir la regla del "menos es más", con éste más aún porque es... ¡estirable! Lo dice el envase y es cierto como la luz del día. una gotita se crece en nuestros dedos al trabajarla, cunde una vida entera.
Si das con la dosis adecuada, ni siquiera necesitas brocha: aplicada con los mismos dedos sobre la piel hidratada deja un cutis perfecto, como de bebé, como bien muestra la fotografía. Y dura, y dura, y dura. Es uno de los maquillajes más duraderos que conozco. No tiene (casi) siliconas, y las que posee son volátiles. Dependiendo de farmacias y promociones, puede costar catorce euros o diecinueve.
Por último, quiero hablaros del maquillaje natural de Benecos, que me costó sólo diez euros en CataNatura. En su día le dediqué un vídeo en mi canal (aquí), y me reafirmo en lo dicho..., a medias: con el tiempo, este maquillaje tan natural te acaba ganando pero sabiendo siempre que hay unos límites, porque es un producto honesto que corrige la piel pero no la "disfraza", como veis en la imagen.
No es un maquillaje que arranque estrellas a tu piel como lo haría, por ejemplo, la Pure radiant de Nars que es la única "base" comercial que realmente me tienta, a pesar de saber muy bien que mi amiga la dimeticona corre en primer lugar en su lista de ingredientes... Es algo irracional, no es amor no es amor es una obsesión, la veo en blogs y vídeos de YouTube y digo "quiero esa luz, la quiero para mí..." es la teoría del fulgor.
La base de Benecos no ilumina aunque tampoco acartona. Yo elegí el tono más claro, que como veis no aporta la calidez típica de "luz de vela" que poseen los dos maquillajes anteriores. Deja un acabado mate natural. Dura bastante, pero hay que trabajarlo muy rápida porque se seca, como ocurría con la primera versión de la ¿mítica? Colorstay de Revlon. Pero, a cambio... es limpia como ella sola:
Sí, he vuelto a manchar mis manos con experimentos empíricos y he pasado estas dos bases de maquillaje líquidas por el filtro del terror. La fotografía fue tomada tres horas después de aplicar el chorretón sobre el papelito absorbente. Toleriane de la Roche Posay se ha comportado con dignidad, pero muestra un buen cerco. El maquillaje natural de Benecos sigue sin soltar ni gota. Ni gota ni gota, la grasa no se nota. Y no se nota, señoras y señores, porque no existe. Eso tiene un precio, el hacerlo un poco menos apetecible a nuestros ojos...
Digamos que, desde el punto de vista de la grasa que tapona el poro (al igual que nuestras arterias), la Pure Radiant de Nars sería un buen hojaldre relleno de nutella, tentador pero en definitiva el mal; la Toleriane teint sería una galleta de cacao de Santiveri, un vicio sano, sólo treinta y seis calorías, una alegría para el cuerpo... Mientras que el maquillaje natural de Benecos es una radiante y saludable manzana Granny Smith.
Hoy, Be+, La Roche Posay & Benecos |
Así que me he metido en un fermoso huerto: para explicar por qué digo "no" a esta base fluida, decidí explicar antes por qué digo "sí" a otras opciones de maquillaje, líquido o en crema, en definitiva, por qué me he vuelto tan exigente: pónganse cómodas.
En realidad, la clasificación de mis bases de maquillajes, las últimas que he estado utilizando, se podría resumir en el clásico binomio "me gusta/ no me gusta", pero para llegar a la conclusión de que la base de Bell me disgusta, debéis saber que estoy acostumbrada a bases muy buenas. Muy muy, buenas, lo cual no se identifica en absoluto con "muy, muy caras": sus precios oscilan entre los diez y los veinticinco euros.
Hace más de un año decidí renunciar a los fondos fluidos de alta perfumería, que me aportaban siliconas y quebraderos de cabeza... y comenzó mi peregrinaje por la farmacia y el herbolario. Hallé tarros mágicos cuya magia está escondida, como buena alquimia: cero glamour, cero publicidad en las revistas, e... iba a decir cero siliconas pero eso es imposible, digamos un porcentaje mínimo.
![]() |
Maquillaje compacto Be+ |
El compacto solar de Be+ ha sustituido en mi neceser a la famosa polvera azul de Shiseido: alguna lectora me pidió una comparativa entre ambas, y yo diría que se trata del mismo concepto pero en dos texturas y para dos épocas del año diferentes: el compacto de Be+ es cremoso aunque nada graso (y sin siliconas apreciables), pero si te brilla la piel no te la va a matizar. Lo veo ideal para invierno, aunque por otro lado posee un factor solar de cincuenta, mayor que el maquillaje solar de Shiseido. Además, es diez o doce euros más barato, porque cuesta, según su lugar de compra, entre veintidós y veinticinco euros.
¿Algunas desventajas frente a mi polvera color piscina? Dos, además de la ausencia de efecto mate: la primera es la duración. Este producto posee un acabado precioso, de auténtico maquillaje como se aprecia en la fotografía..., pero a las cuatro horas hay que retocar. Y la segunda, el tono, que resulta ser el más "claro" y aún así queda muy dorado en mi piel, aunque aplicado con brocha plana puede tolerarse.![]() |
Toleriane teint de La roche Posay |
Y llegamos a la niña bonita, mi base de maquillaje favorita desde hace meses... y lo que nos queda por vivir juntas. Si 2014 fue el año en el que descubrí mi crema de día perfecta (Toleriane Ultra de la Roche Posay), en 2015 Toleriane teint me conquistó.
¿O debo decir que fue una reconquista? Porque yo había utilizado este tubito hace mucho, mucho tiempo, cuando empezaron mis problemas de rosácea, pero entonces no me gustó porque usaba mucho producto y me quedaba muy artificial, algo que, según los mejores maquilladores, es uno de nuestros fallos más habituales al aplicarnos la base. Y si con cualquier maquillaje líquido hay que seguir la regla del "menos es más", con éste más aún porque es... ¡estirable! Lo dice el envase y es cierto como la luz del día. una gotita se crece en nuestros dedos al trabajarla, cunde una vida entera.
Si das con la dosis adecuada, ni siquiera necesitas brocha: aplicada con los mismos dedos sobre la piel hidratada deja un cutis perfecto, como de bebé, como bien muestra la fotografía. Y dura, y dura, y dura. Es uno de los maquillajes más duraderos que conozco. No tiene (casi) siliconas, y las que posee son volátiles. Dependiendo de farmacias y promociones, puede costar catorce euros o diecinueve.
![]() |
Maquillaje natural de Benecos |
Por último, quiero hablaros del maquillaje natural de Benecos, que me costó sólo diez euros en CataNatura. En su día le dediqué un vídeo en mi canal (aquí), y me reafirmo en lo dicho..., a medias: con el tiempo, este maquillaje tan natural te acaba ganando pero sabiendo siempre que hay unos límites, porque es un producto honesto que corrige la piel pero no la "disfraza", como veis en la imagen.
No es un maquillaje que arranque estrellas a tu piel como lo haría, por ejemplo, la Pure radiant de Nars que es la única "base" comercial que realmente me tienta, a pesar de saber muy bien que mi amiga la dimeticona corre en primer lugar en su lista de ingredientes... Es algo irracional, no es amor no es amor es una obsesión, la veo en blogs y vídeos de YouTube y digo "quiero esa luz, la quiero para mí..." es la teoría del fulgor.
La base de Benecos no ilumina aunque tampoco acartona. Yo elegí el tono más claro, que como veis no aporta la calidez típica de "luz de vela" que poseen los dos maquillajes anteriores. Deja un acabado mate natural. Dura bastante, pero hay que trabajarlo muy rápida porque se seca, como ocurría con la primera versión de la ¿mítica? Colorstay de Revlon. Pero, a cambio... es limpia como ella sola:
¡¡¡El experimento del terror!!! |
Sí, he vuelto a manchar mis manos con experimentos empíricos y he pasado estas dos bases de maquillaje líquidas por el filtro del terror. La fotografía fue tomada tres horas después de aplicar el chorretón sobre el papelito absorbente. Toleriane de la Roche Posay se ha comportado con dignidad, pero muestra un buen cerco. El maquillaje natural de Benecos sigue sin soltar ni gota. Ni gota ni gota, la grasa no se nota. Y no se nota, señoras y señores, porque no existe. Eso tiene un precio, el hacerlo un poco menos apetecible a nuestros ojos...
Digamos que, desde el punto de vista de la grasa que tapona el poro (al igual que nuestras arterias), la Pure Radiant de Nars sería un buen hojaldre relleno de nutella, tentador pero en definitiva el mal; la Toleriane teint sería una galleta de cacao de Santiveri, un vicio sano, sólo treinta y seis calorías, una alegría para el cuerpo... Mientras que el maquillaje natural de Benecos es una radiante y saludable manzana Granny Smith.